7 Por ello, llevando tirsos, ramas hermosas y palmas, entonaban
himnos hacia Aquél que había llevado a buen término la purificación de su
lugar.
8 Por público decreto y voto prescribieron que toda la nación de los
judíos celebrara anualmente aquellos mismos días.
9 Tales fueron las circunstancias de la muerte de Antíoco, apellidado
Epífanes.
10 Vamos a exponer ahora lo referente a Antíoco Eupátor, hijo de
aquel impío, resumiendo las desgracias debidas a las guerras.
11 En efecto, una vez heredado el reino, puso al frente de sus asuntos
a un tal Lisias, estratega supremo de Celesiria y Fenicia.
12 Pues Tolomeo, el llamado Macrón, el primero en observar la
justicia con los judíos, debido a la injusticia con que se les había tratado,
procuraba resolver pacíficamente lo que a ellos concernía;
13 acusado ante Eupátor a consecuencia de ello por los amigos del
rey, oía continuamente que le llamaban traidor, por haber abandonado
Chipre, que Filométor le había confiado, y por haberse pasado a
Antíoco
Epífanes. Al no poder honrar debidamente la dignidad de su
cargo,
envenenándose, dejó esta vida.
14 Gorgias, hecho estratega de la región, mantenía tropas mercenarias
y en toda ocasión hostigaba a los judíos.
15 Al mismo tiempo los idumeos, dueños de fortalezas estratégicas,
causaban molestias a los judíos, y acogiendo a los fugitivos de
Jerusalén
procuraban fomentar la guerra.
16 Macabeo y sus compañeros, después de haber celebrado una
rogativa y haber pedido a Dios que luchara junto a ellos, se lanzaron contra
las fortalezas de los idumeos;
17 después de atacarlos con ímpetu, se apoderaron de las posiciones e
hicieron retroceder a todos los que combatían sobre la muralla; daban
muerte a cuantos caían en sus manos. Mataron por lo menos 20.000.
18 No menos de 9.000 hombres se habían refugiado en dos torres
muy bien fortificadas y abastecidas de cuanto era necesario para resistir un
sitio.
19 Macabeo dejó entonces a Simón y José, y además a Zaqueo y a los
suyos, en número suficiente para asediarles, y él mismo partió hacia otros
lugares de mayor urgencia.
20 Pero los hombres de Simón, ávidos de dinero, se dejaron sobornar
por algunos de los que estaban en las torres; por 70.000 dracmas
dejaron
que algunos se escapasen.
21 Cuando se dio a Macabeo la noticia de lo sucedido, reunió a los
jefes del pueblo y acusó a aquellos hombres de haber vendido a sus
hermanos por dinero al soltar enemigos contra ellos.